lunes, 4 de febrero de 2013

Arritmia

Mamá tiene arritmia. Es una arritmia moderada, los médicos que le hicieron varios estudios dicen que con media pastilla se controla. Pero mamá a veces se agita, le falta el aire y se tiene que sentar o acostarse y quedarse en silencio mirando el techo con los ojos bien abiertos. Uno le pregunta si está bien y ella dice que si, que ya se le va a pasar.

La semana pasada pasé por su casa y fuimos a caminar por el bulevar que está al frente. Hicimos el mismo recorrido como seis veces. Los autos pasaban de un lado y del otro a velocidades altas y de vez en cuando se escuchaba una frenada o un bocinazo.

El mecánico cerró el taller y nos saludó de lejos con la mano manchada de grasa.

En un momento mamá me dijo que quería poner la casa a nombre de nosotros, dejar arreglado ese tipo de asuntos por si le pasaba algo. "Yo quisiera vivir muchos años más pero cuando los problemas son del corazón, uno nunca sabe", me confesó de manera tranquila mientras hacíamos otra cuadra. Permanecí en silencio. Desde chico supe que mis viejos no eran inmortales pero siempre deseé que si algún día se tenían que ir fuera cuando yo ya sea grande.

Caminamos cerca de una hora. La acompañé hasta su casa y me quedé un largo rato.

Volví a casa con un temor y una certeza.
El temor: que mamá y su cuerpo saben algo que nosotros no sabemos.
La certeza: que ya soy grande.

Escribir

Estuve casi un mes sin escribir ni siquiera una palabra. Lo tomé como un descanso mental. El año pasado trabajé mucho y corregí infinitas veces una novela que mandé a varios concursos con lamentables resultados. Ni una mención saqué, mucho mejor porque odio las menciones.

También armé un libro de cuentos, no sé qué tal estará. A uno siempre le parece que esta bien hasta que le hacen ver lo contrario. Tiene pocas páginas y los relatos se relacionan entre sí, sería como una novela-cuento. Algunos textos son breves y otros más extensos. Antes de que se acabe el 2012 lo imprimí y se lo di al guru literario y amigo L.L. Lo único que espero es que no me diga que lo escribí con la lapicera metida en el culo.

La idea es usar el blog para soltar la mano, empezar a escribir de nuevo, de a poco, buscando las palabras y sobre todo decidir qué voy a escribir. Por mi cabeza dan vueltas tres ideas.

Primero: novela de iniciación. Un niño de doce años. Ambientada en Tartagal, después de la privatización de YPF. (Me di cuenta que siempre vuelvo al mismo tema, Tartagal y los noventa, la década menemista, el gran sueño argentino). Un padre que se va al sur a buscar trabajo y no vuelve. El chico queda solo, la madre trabaja el día entero, el hermano se la pasa en la casa de la novia. Las patotas, los Leones, Los Calaveras. Cachito Cortez. Alguien sabe que fue de la vida de Cachito? Sigue vivo?. Bueno algo así sería el inicio que escribí. En mi cabeza todavía estoy organizando la estructura y no encuentro claridad. Por eso no sé si seguir o continuar pensando ja.

 Segundo: Una crónica, sobre la búsqueda de Facundo Rivera Alegre, el rubio del pasaje. Para esto debería salir de casa y hablar con los familiares, amigos, policías. Escribir sobre una búsqueda que no me llevaría a ningún lado. Es un tema complicado, no soy un militante social pero si lo sería mis consignas se alimentarían del odio que le tengo a De la Sota.

 La tercera la cuento en otro post

http://www.youtube.com/watch?v=7-N-isj2YTk

domingo, 3 de febrero de 2013

Próximamente se viene un nuevo post, después de tanto tiempo