jueves, 27 de mayo de 2010

Te recordaré en la Habana


Lo conocí en la facultad. Me tomó un exámen final. Me mostró una foto con un cielo infinito. No supe que decir. Me puso un nueve y por un tiempo no lo volví a ver.

En el colectivo nos cruzamos de nuevo. Vivíamos cerca, cuando yo aún vivía con mis viejos.
El me hablaba de su novela, me decía que los editores habían ganado mucha plata con ella. Me contaba de sus proyectos. Siempre preguntaba que estaba leyendo y me invitaba a su casa. Más de una vez tuve ganas de llegar a su puerta, tocar el timbre, entrar a su living, descorchar un vino, servir unas copas y sentarme a conversar con él. Mostrarle mis cuentos, pedirle su opinión y escucharlo. Mirar sus fotos, su biblioteca y llevarme a casa autores cubanos. Nunca lo hice y eso que vivía a cuatro cuadras, y en bajada.

Siempre estaba de buen humor, sólo cambiaba cuando comenzaba hablar de Cuba. Una vez me retó por no ir a una charla en la feria del libro sobre un momento historico de la revolución. "Lo que te perdiste chico, lo que te perdiste chico", me dijo más de cinco veces.

Tomás nunca fue mi amigo, pero le tenía un gran aprecio. Siempre que lo encontraba en la calle me gustaba conversar con él.

Hace mucho que no lo veía. Hoy mandé muchos e-mail preguntando qué le había pasado. Un amigo me mandó un link de un diario de la ciudad. Fue triste leer la noticia.

Estoy seguro que esta noche voy a soñar con la fotografía y ese cielo infinito.-

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