Mencho quiere más, y me dice vamos. Paga vos, yo mañana te devuelvo. Pero no da. Ya son como las diez de la mañana. Así que lo dejamos en su casa y seguimos con el Pájaro hasta la suya. Nos bajamos los dos, y el Pájaro me dice, tomemos una cerveza más así hablamos. Acepto y vamos a un negocio y pedimos una descartable. Sin decirnos nada comenzamos a caminar y le hago un trago a la cerveza. Me dan muchas ganas de vomitar y me apoyo en un cantero. El Pájaro me agarra de atrás y me aprieta la panza. Lanzo una arcada pero no vomito. Es la merca, me dice.
El Pájaro me pasa la botella y solo me mojo los labios. El también toma despacio.
Me cuenta de una mina que ama pero que no quiere y me sorprende todos sus razonamientos psicológicos que hace de ella. Yo solo se que es una pendeja y que parte la tierra de lo linda que es.
Caminamos por toda la ciudad. Hacemos como diez cuadras y estamos en la misma avenida por donde fuimos a comprar merca. Sin decir nada seguimos. Entramos a la estación de servicio y le pedimos una cerveza para tomar en una de las mesas. Pero el encargado nos dice que a esta hora todavía no sirven alcohol. Entonces compramos para llevar. Tres botellitas de medio litro y seguimos caminando hablando de esa mina.
Entramos a la calle de tierra y vemos a lo lejos la cruz del cementerio. Seguimos hablando de lo mismo y vemos la loma y las vías donde choco Pancho.
El Pájaro me pasa la botella y solo me mojo los labios. El también toma despacio.
Me cuenta de una mina que ama pero que no quiere y me sorprende todos sus razonamientos psicológicos que hace de ella. Yo solo se que es una pendeja y que parte la tierra de lo linda que es.
Caminamos por toda la ciudad. Hacemos como diez cuadras y estamos en la misma avenida por donde fuimos a comprar merca. Sin decir nada seguimos. Entramos a la estación de servicio y le pedimos una cerveza para tomar en una de las mesas. Pero el encargado nos dice que a esta hora todavía no sirven alcohol. Entonces compramos para llevar. Tres botellitas de medio litro y seguimos caminando hablando de esa mina.
Entramos a la calle de tierra y vemos a lo lejos la cruz del cementerio. Seguimos hablando de lo mismo y vemos la loma y las vías donde choco Pancho.
Nos quedamos en el lugar y las señoras con bolsas de almacén pasan cerca de nosotros y nos miran con cara de desprecio.
El Pájaro toma un trago largo y acaba la primera cerveza. Mira hacía la loma y me dice:
- Vamos.
Sacó cincuenta pesos y le digo:
- Dale.
El Pájaro toma un trago largo y acaba la primera cerveza. Mira hacía la loma y me dice:
- Vamos.
Sacó cincuenta pesos y le digo:
- Dale.
2 comentarios:
Che me parece que me perdi de algo..no agarre el final.
es así, van a comprar mas y la historia sigue pero prefiero no contarla.
solo cuento un lapso de tiempo,y lo demás queda a la imagincación del lector
pero bueno rodri, disculpa si te desepcione, y gracias por ser un fiel lector del blog
un abrazo grande
Publicar un comentario