El timbre suena una vez, es para los alumnos. Al minuto vuelve a sonar, es para los profesores. Salgo para el curso pero me encuentro con una profe a la cual tengo que darle unos papeles. Lo busco en mi bolso, entre los libros, me demoro, al final lo encuentro, pero ya es tarde, todos los cursos ya están adentro, menos al que voy.
Paso la celaduría y en el patio veo a medio curso afuera, sentados en los canteros.
Llego a la puerta y me paro para que todos entren, pero nadie quiere entrar. Todo se complica, porque el curso de al lado está en hora libre y se vienen hacía la puerta de mi curso.
Entren, digo, y algunos entran pero se llevan consigo a dos chicas del otro curso a la fuerza, afuera todavía queda gente que se esconden detrás de los canteros. Grito y recién me hacen caso, pero el alboroto comienza, mientras los chicos entran, las chicas del otro curso quieren salir, sumado a los empujones y que la puerta está abierta solo a la mitad, todo se trasforma en un choque de cuerpos y gritos. Todo pasa, mientras los chicos en hora libre miran y quieren meterse para ser parte de este descontrol, pero los mando para su curso. Me hacen caso, son más grandes y nos llevamos bien, en cambio primero sigue empujando.
Pasó y cierro la puerta.
Afuera, quedan dos chicos, me dice uno.
Ya lo se, respondo.
La puerta se abre y son S y M que quieren pasar, para ese momento ya estoy completamente enojado así que ni los dejo que pisen el curso.
Con voz firme, le digo, se van con la Celadora.
S y M hacen caso, respiro, pero solo es el principio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario