La estrategia del profe bueno no da resultado. El curso es un descontrol. Me acuerdo de un profesor de mi secundaria. Un pelado, totalmente desquiciado. Si hablabas en clase, te miraba fijo, te puteaba, te retaba a pelear afuera. En sus horas no hablaba nadie.
Pienso en usar esa experiencia, obviamente adaptado a esta época.
Entro al curso, J que no habla, grita, esta peleando con un chico que se sienta adelante. Lo mando a su lugar. Saludo. Copio en el pizarrón y les doy consignas. Trabajan en grupo. Pero la mitad hace las actividades y la otra mitad grita, pelea, se para y camina de un lado a otro, quieren salir del curso. Pego dos gritos y le pregunto que les pasa. Uso el plan b, y los reto de a uno. Los amenazo con voz firme, J vuelve a gritar y molesta a un compañero de adelante, entonces me acerco, y a unos metros del oído le digo:
- No te paràs mas.
Me hace caso y se vuelve a su lugar. B, lo mira y le hace un gesto de cómo te cagaste con el profe o cuidado que se enojo en serio.
Por dentro pienso que funciona la estrategia pero el curso sigue molestando. Grito de vuelta y siento el dolor de mi garganta. Desde el lunes que tengo la garganta tomada.
Los chicos siguen enloquecidos, no le importa el practico, ni mis gritos y menos las amenazas de ponerle uno al que siga molestando. S, ya me tiene harto, está atrás molestando con M. lo traigo para adelante del brazo y lo amenazo como lo hice con J. Pero el petiso, cara de pobre angelito, me desafía. No me toques, me dice. Y saca el brazo. L, la hija del policía me dice, no nos puede tratar así, somos personas igual que usted. Otra alumna repite lo mismo, y agrega que no grite más. Me doy cuenta, por lo comentarios y la actitud del curso, que me equivoqué. Es hora de pedir perdón.
1 comentario:
Fabio, está muy buena la idea. Es complicado dar calses, está buena la transparencia que se lee entre líneas, contás lo que pasa y listo. Seguí adelante
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